Lo encontré en la calle
- ¡pues ya ves... así es la vida... antes lo hacía gratis en el pueblo pero ahora cobro!
- yo siempre te tuve unas ganas, pero nunca me atreví a pedirtelo...
- oye y... ¿cuánto me cobras por una mamadita...
- mira, por ser del pueblo y porque nos conocemos desde niños te cobraría un quinientón ¿te animas?
- ¡orale!
- ahorita te voy a hacer ver estrellitas
- ya decía yo que tú llegarías muy lejos, con lo que te gustaba parchar con todos los muchachos del pueblo.
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